jueves, 14 de noviembre de 2013

EL SUPRIMIR ACLARA MÁS LAS IDEAS QUE EL AÑADIR

El Dr. Marañón nos decía que "Cuando escribimos, el suprimir aclara las ideas más que el añadir". Por ejemplo:
Pedro es un hombre que vale mucho se expresa mejor con Pedro vale mucho. Pedro indica hombre, y no es necesario repetirlo. La tautología es contraproducente y necesitaremos mucha disciplina para podar toda la hojarasca que tendemos a desparramar en nuestros escritos sin darnos cuenta.

No escribamos el día jueves, sino el jueves.
Ni Macario falta a la verdad, sino Macario miente.

Tampoco: en este momento no tenemos dinero, sino ahora no tenemos dinero.
Y no se nos ocurra explicar que Mariano es alto y espigado, sino Mariano es espigado. Espigado indica alto.

Como dice Antonio Muñoz Molina en el prólogo: "El barroco es una desgracia de la que no acabamos de curarnos, una infección, una calentura que ahora propagan no los predicadores de las iglesias sino los de las tribunas políticas y las emisoras y los periódicos donde una turba de charlatanes se ha instalado en sesión permanente."

Suprimamos palabras y aclaremos las ideas.

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