La palabra es una unidad primaria de referencia. Tengo veinte libros, es un sintagma de tres palabras que tiene sujeto, verbo y complemento. La frase, como todo, debe ser clara y no tan larga que pierda al leedor y le obligue a leerla una segunda vez para descifrar lo que dice.
Hay escritores que no saben, o quieren, reconocer, que escriben para que alguien les lea. Lo que para ellos es directo y claro, para el lector puede ser un galimatías imposible de entender. Compongamos, pues, frases simples y cortas que reflejen nuestro pensamiento lo más fielmente posible.
La escritura es un proceso interactivo que concierne al que escribe y al que lee. Escribimos para los demás, para transmitir nuestras ideas a otros.
Parecerá una perogrullada pero cada frase debe tener sentido, aunque se apoye en otras. Como ya hemos dicho, no escribiremos frases excesivamente largas, repetitivas, mareantes....
Esto sigue en ESCRIBIR BIEN PARA TORPES, de ANAYA Multimedia, 2013, con ilustraciones de FORGES. Prólogo de Fernando Sánchez Dragó.
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