Hay
muchos libros sobre la escritura, la gramática y el arte de escribir y uno más
sería transgredir la frase acertada de José Ortega y Gasset de que una de las
obras de caridad que debemos hacer todos es no escribir libros superfluos.
Los
que hay en el mercado ahora son volúmenes, casi tratados, sobre la gramática,
la ortografía, la sintaxis, de 800 páginas o más, mal escritos y complicados,
que pecan de todos los errores que pretenden extirpar. El mío es simple,
escueto y va al grano. Está al alcance de toda persona medianamente culta que
quiera presentar sus escritos de manera pulcra y simple. Mi Escribir bien para torpes no tiene nada
que ver con tratados que encontramos en librerías.
Antaño
se definía al español como a un señor que llevaba un manuscrito bajo el brazo.
Mucha gente tiene la desazón del escritor, de plasmar sus ideas en el papel. En
nuestro siglo la posibilidad de escribir y difundir nuestras ideas ya está al
alcance de todos porque internet nos permite publicar y llegar a millones de
personas sin tener que pasar por un editor. Los llamados blogueros, mejor
blogueras ya que muchas mujeres emplean este medio para divulgar su pensamiento
y opiniones, son miles. Por fin nos hemos independizado de las editoriales,
periódicos y otros medios de difusión.
Todos
abrimos páginas de la web, todos hemos leído blogs y todos podemos constatar lo
mal escritos que están. Gente que tiene buenas ideas pero que las arropa con un
lenguaje repleto de errores de ortografía, sintaxis, que atentan contra el buen idioma y que hacen que no podamos
comprender el mensaje que se nos quiere transmitir, o que nos repulse de
inmediato.
El
idioma, como no me canso de decir, es la mejor y más útil herramienta que
tenemos porque con él expresamos nuestras ideas, convencemos a los demás, nos
ganamos la vida, aprendemos… y cuanto mejor lo dominamos, mejor nos irá en la
vida. No hay duda alguna. He dicho que los idiomas se aprenden de viva voz, se
consolidan leyendo y se demuestran escribiendo. Cuando leemos un texto sin
faltas, limpia y de fácil comprensión sentimos admiración hacia el autor del
escrito. Por escrito nos presentamos ante los demás, que nos juzgarán.
Es
importante manejar bien el idioma que nos ha tocado en suerte, para poder
expresarnos bien en una carta, un correo electrónico, un ensayo, una novela, un
blog, y hasta para hacer comentarios en los blogs que leemos. Esto no es fácil.
Escribir bien no es fácil pero está al alcance de todos, especialmente si
seguimos las reglas elementales de uso, lo que es correcto en el idioma culto.
Hablar
y escribir con corrección es ahora posible para cualquiera que lea este
libro y ponga un poco de empeño. Se dará cuenta de que en realidad no es tan
complicado como parece y nuestros lectores nos lo agradecerán.
Aprenderemos
a no emplear una sintaxis enrevesada, a colocar las comas y los puntos en su
lugar, a saber que un acento cambia “ingles” de “inglés”, por ejemplo. Nos
daremos cuenta de que no por emplear más palabras nos expresamos mejor y que lo
simple y llano es siempre preferible a lo complicado y recóndito. Aprenderemos
a revisar, a tachar, a organizar nuestras ideas, a repasar lo escrito. Y todo
en unas pocas páginas.
Vale
la pena el pequeño esfuerzo que supone porque al final podremos comunicar más y
mejor. Tengamos siempre juvenil curiosidad por el idioma, la mejor herramienta
que ha inventado el hombre.
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