martes, 26 de noviembre de 2013

EL SECRETO DE REDACTAR

EL SECRETO DE REDACTAR BIEN, DE ESCRIBIR BIEN, ES EL BOSQUEJO, EL ANDAMIAJE INICIAL.

Primero formaremos el esqueleto, el andamiaje, la estructura que aguantará nuestra obra. Y para eso necesitaremos un bosquejo, el armazón, el borrador, el esbozo.

Supongamos que vamos a escribir un breve ensayo sobre la caza del zorro en Inglaterra. Podríamos componer un bosquejo inicial así:

La caza del zorro en Inglaterra.
I. La caza a través de los tiempos.
II. La caza como necesidad.
III. La caza como deporte.
IV. La nobleza y la caza.
V. El zorro en Inglaterra.
VI. La caza del zorro como manifestación y pasatiempo social.
VII. Declive de la caza del zorro.
VIII. Maltrato animal.

Con este pequeño bosquejo podemos comenzar. Se puede cambiar, añadir o quitar porque tan solo es una estructura que nos guíe y es posible subdividir y añadir a nuestro antojo todo lo que queramos. Tenemos que organizar las partes de manera lógica, de forma progresiva para que el lector comprenda lo que le presentamos. Pero ya tenemos una pequeña hoja de ruta para comenzar.

En el ejemplo que hemos elegido sería necesario recabar una documentación previa. Documentarse bien es siempre mejor que dejar las cosas a su aire, aunque sea una novela: los personajes, las costumbres, la ciudad, e incluso el idioma. No podemos escribir una novela histórica de un personaje de tiempos de Felipe II y emplear giros y vocablos inexistentes en aquella época, como hacen muchos.

No nos zambulliremos en la escritura sin antes meditar el tema, considerarlo, pensarlo. Una simple hoja de ruta, un borrador, un bosquejo, nos será siempre de gran ayuda.

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