En
su constante devenir, el idioma crea nuevas palabras, nuevas frases y nuevas
formas gramaticales.
El
idioma no es una burbuja que flota en el aire y que existe al margen del hombre
y sus avatares y vicisitudes externos. Muchas circunstancias inciden sobre él: cultura,
clases y pugnas sociales, psicología, libertades, libertinajes…
La
“democracia” –ojo al entrecomillado-,
trajo una libertad (¿?) nueva en política, sociología, psicología, y maneras de
hacer. Trajo consigo nuevas aportaciones léxicas
y gramaticales sin precedentes. Parecía que todo valía, al amparo de la entonces llamada movida.
Un
buen ejemplo de nuevas aportaciones al idioma fueron los sufijos y los prefijos
creados a partir de 1975.
Estos
sufijos y prefijos hubiesen sorprendido a Pérez Galdós y, desde luego, a
Cervantes.
Prefijo: “1. adj. Gram. Dicho de un afijo: Que va antepuesto; p. ej., en desconfiar, reponer.”
Súper
y mega no son nuevos, pero su manera
de empleo sí:
SÚPER:
Superguay (1990), superfácil, superbueno, supermercado, superfeliz, superchulo.
MEGA:
Megafácil, megahíper, megasueldo.
Sufijo:
“1. adj. Gram. Se dice del afijo
que va pospuesto y, en particular, de los pronombres que se juntan al verbo y
forman con él una sola palabra; p. ej., morirse,
dímelo.” –ito: gatito.
-ETO.
Bar:
bareto (1995). Cara: careto (1984). Camarero: camareta (1981).
-CA.
Sudamericano:
sudaca (1984). Masoquista: masoca (1980).
-ERAS.
Sordo:
sorderas (1981). Guapo: guaperas (1981). Rojo: rojeras (1992). Mierda: mierderas. Guarro: guarreras (1984). Golfo: golferas
(1984).
-ATA.
Bocata
(1980), segurata (2004), ordenata (1995), sociata (1988), jubilata (1992),
cubata (1981), drogata (1984), carburata, negrata (1994).
-OTA.
Pasota,
(1979) calvorota, camarota (camaruta, camareta), drogota (1990).
En ESCRIBIR BIEN PARA TORPES, Anaya, 2013, con Prólogo de Antonio Muñoz Molina se encuentran estos temas y otros.
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