domingo, 24 de agosto de 2014

LA HIPÉRBOLE O EXAGERACIÓN




Los calificativos "califican" y matizan palabras o frases, y pueden ser adjetivos o adverbios que introducen nebulosas en nuestro lenguaje que lo tornan umbrío, impreciso y escurridizo. Tratemos de ser todo lo precisos, exactos y meticulosos que podamos
El uso constante de estas palabras calificativas, cuantificadoras, minimizadoras, debilita nuestras ideas al tornarlas difuminadas y vagas. No nos avisan de su imprecisión y pululan por dondequiera, especialmente en el habla de tertulianos y periodistas que tienen el prurito de precisar sin percatarse de que logran todo lo contrario.
Es necesario estar alerta y evitar su uso indiscriminado en la conversación formal, y especialmente en nuestros escritos, para cercenar sus efectos debilitantes.

Deberíamos tratar de mejorar la manera que trasmitimos nuestras ideas y no forzar las frases o palabras con "añadidos" que en nada mejoran lo expresado. Esto es importante (no "muy" importante.) La hipérbole, la exageración, ronda tras estos calificativos: mil gracias, mil perdones, te mando un millón de besos, siempre te querré, nunca cruces la calle con los ojos cerrados, tengo poco tiempo.

Siempre: Es una palabra peligrosa que empleamos con alegría. Siempre es mucho tiempo, una eternidad. "Siempre trataremos de ser corteses con las señoras" se expresa mejor sin ese siempre: "Trataremos de ser corteses con las señoras".
Nunca: Otra palabra peligrosa que empleamos sin reflexionar: "Nunca insultes a los ancianos" es mejor "No insultes a los ancianos".
A veces: A veces es una expresión tan vaga, tan poco exacta que dice poco: "A veces tengo sueño". No sabemos qué quiere decir: ¿Todos los días?, ¿Por las tardes?, ¿Tres veces a la semana?
Poco: Poco no expresa nada concreto: "Tengo poco tiempo" no indica la cantidad exacta: ¿dos horas?, ¿diez minutos?
Algunos: "Algunos dicen que la economía está mejorando" equivale a no decir nada. ¿Quiénes son esos algunos? ¿Cuántos son?
Todos: Puede ser una palabra que indique algo: si hay veinte personas y todas salen, sabemos que "todos" son veinte. Pero en "todos compran en esa tienda" es mucho decir.
Nada: Se emplea mejor en frases hechas: "No quiero nada", "no me gusta nada".
Un cierto: Noté un tufillo a sobaquina. Noté un cierto tufillo a sobaquina. "…es fácil encontrar un cierto tufillo electoralista" El País, 28/08/1977. "Ahí lo de la singularidad despedía un cierto olor a excusa". Álvaro Pombo, El metro de platino iridiado, 1990. "y le increpa, con un cierto tono acusatorio". Vicente Molina Foix, Los abrazos del pulpo, 1984.
Bastante: Este programa es interesante. Este programa es bastante interesante. ("…son los temas y los subtemas de una película bastante interesante" La Vanguardia, 02/11/1995. "Es bastante guapa". Carmen Martín Gaite, Nubosidad variable, 1992.)
Muy: Indalecia es guapa y esbelta. Felisa es muy guapa y muy esbelta. "La mujer de mi edad, muy gorda aunque guapa de cara y bien arreglada" Carmen Rico Godoy, Cómo ser una mujer y no morir en el intento, 1990.

Trato este tema en mi ESCRIBIR BIEN PARA TORPES, Anaya, 2013. Prólogo de Antonio Muñoz Molina e ilustraciones de Forges.

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